As flies to wanton boys are we to the gods;
They kill us for their sport.
King Lear - W. Shakespeare
OJO, HAY SPOILERS
En este segundo post analizamos algunas de las referencias que rodean la novela, teorizamos sobre algunos de los aspectos que consideramos más interesantes, haremos una retrospectiva sobre lo que significa incluir ciertos elementos en una novela del Mundodisco y dejaremos ya casi cerrada la
tri-reseña de Unseen Academicals, a la espera de traducir aquí la entrada sobre este libro en Pop Classics.
Este post se centrará principalmente en
la inclusión de un orco en el Mundodisco y lo que esto conlleva, por una parte, y de la llegada del
fútbol, por otra.
La llegada del fútbol al
Mundodisco como nexo argumental no implica que dicho deporte
haya llegado al Mundodisco. Por lo que leemos en la novela, es un divertimento que se lleva practicando durante muchísimo tiempo, y en el que sorprende (al menos a mí) el caos tremendo que lo rodea. Es decir, se describe el fútbol como un deporte que se practica en un terreno de juego cuyos límites no son en absoluto fijos, donde el público juega un papel fundamental en el desarrollo del partido (aunque casi nunca un espectador medio consigue ver más que la pelota volando por el aire un par de veces, y eso si le pilla cerca), donde las normas son
extremadamente flexibles, y es caracterizado como algo parecido a una guerra civil que dura un tiempo más o menos determinado y que se desvanece cuando algo pasa y el partido se termina.
Me sorprendió, pues, leer que el fútbol, en sus inicios, era precisamente así. Allá por principios del siglo XVI el puritano
Philip Stubbs definió el fútbol como una "práctica sangrienta y homicida". Parece probado que los equipos de fútbol podían estar formados por docenas o incluso centenares de jugadores cada uno, que no había un terreno de juego definido y que en ocasiones se utilizaba ¡toda la ciudad! como campo de juego, que (evidentemente) las normas de conducta y
fair play eran inexistentes de todas todas, que un partido podía durar el día entero, y el juego consistía en ir empujando el balón como fuera posible hasta conseguir llevarlo a algo así como la portería contraria (que perfectamente podía estar a kilómetros de distancia). ¿Recuerda esto a algo? Pues eso mismo, el
rugby y el
hurling, al igual que el
fútbol, son deportes que se han ido puliendo a lo largo del tiempo pero que parece que nacieron de una misma actividad cerril y alocada.
Se dice incluso que el fútbol se llegó a practicar como juego conmemorativo de una victoria militar, utilizando como balón la cabeza de algún enemigo. Parece ser que los escoceses, vikingos, daneses u holandeses han contribuido con sus pateables cabezas al noble arte del deporte en tiempos ya muy remotos.
Como comenté en el post de
Soul Music, no creo que
Pratchett haya sido un rockero de los de
up the irons! y, de la misma manera,
Unseen Academicals me sugiere que tampoco es que haya sido demasiado futbolero. Por eso se queda con el aspecto más romántico del fútbol, de lo que representa, de la sensación de arraigo y de pertenencia a una comunidad. El fútbol es descrito en
Unseen Academicals (normalmente en boca de
Glenda Sugarbean) como un
algo intangible que reúne a la gente, que los hace fuertes, que define una identidad y que casi diría que motiva un nacionalismo de un puñado de kilómetros cuadrados que comienza y termina cuando comienza y termina un partido. Y está descrito desde el punto de vista más idealizado posible. La realidad territorial de España invitaría a un debate ciertamente correoso el cual mencionaré y dejaré de lado discretamente.
Los orcos (el orco en este caso) también da para mucha controversia.
Pratchett ha tardado un montón en incluir un orco en sus novelas, y lo ha hecho, como suele ser habitual, rompiendo los moldes del
canon clásico de los personajes fantásticos.
Mr Nutt es un orco, lo que lo convierte inevitablemente en un ser perverso y horrible, que se come las extremidades de sus agonizantes víctimas, que vive por y para la muerte (de los demás, aunque pertenezcan a su misma raza) y cuya especie está en peligro de extinción. Pero él no es así, sus años recluido le permitieron formarse en muchas materias, es mucho más erudito que cualquiera de los magos de la
Universidad Invisible y, al mismo tiempo, vive atormentado por la ansiedad que provoca el tener que hacer siempre lo correcto para ganarse a la gente con la que comparte su vida y superar así los prejuicios que inundan
Ankh-Morpork.
Aunque
Tolkien murió antes de definir totalmente la personalidad de
sus orcos, parece bastante seguro apostar por seres del inframundo,
descendientes de Caín, malvados por naturaleza, hijos del asesino de Abel, en su momento. quizá, hombres o elfos que corrompieron sus almas. Algunos de los últimos escritos de Tolkien sugieren que los orcos sí son capaces de decidir por sí mismos y de establecer una diferencia entre el bien y el mal, siempre, eso sí, que no estén bajo la influencia de un ente poderoso y maligno.
Mr Nutt está descrito así, como un ser vil por naturaleza pero que, en un contexto apropiado y sin ser utilizado como arma de los hombres, incluso cultiva un sentido de la moralidad, el respeto y las diferencias entre el bien y el mal por encima incluso de los corruptos humanos. Esto, de nuevo, nos lleva a pensar en nuestra sociedad y en cómo los poderes fácticos obligan a los
outsiders a comportarse como se les supone y sin hacer caso a su propia naturaleza, casi diría a lo que su código genético determina.
Mr Nutt fue siempre un antisistema sin saberlo, hasta que sus virtudes hicieron que irrumpiera en el sistema como un rinoceronte en una cristalería, cargándose de una embestida el
cliché que rodeaba a los orcos en
Ankh-Morpork. Y siempre desde la cordialidad, ¡que majo!
El anónimo autor de
Beowulf dejó escrito el origen de algunos seres malignos mitológicos. Los
ettins, una especie de gigante (y con un nombres sospechosamente parecido a
Ent), los
elfos (tan fascinantes que el debate sobre si son puros o malvados es tan antiguo como su propia existencia) y, claro, los
orcos. Y como vemos, la suerte que han corrido estas razas es dispar en el imaginario colectivo, de manera que aún hay mucho que investigar sobre ciertos porqués.
¿Cómo os imagináis a un Orco? Hago esta pregunta porque, según
Tolkien, esta raza fue criada por el Maligno en enormes jaulas con el objetivo de crear demonios
grises sin un infierno en el que apostarse para poder ser utilizados como ejército para dominar
Tierra Media. Sin embargo, muchos de nosotros somos hijos de
Blizzard, de
Warhammer o de
Magic The Gathering, y del orco verde con colmillos prominentes y un hacha en cada mano. Echándole un vistazo a
Google Imágenes uno no sale de dudas, ya que aunque el gris es el favorito también le debe mucho a las pelis de
Peter Jackson.
Total, que en el Mundodisco
Mr Nutt es un orco que se ha criado en clandestinidad leyendo muchos libros pero es incapaz de desarrollar una personalidad social y una inteligencia emocional que sean compatibles con las convenciones diplomáticas y de corrección política en las que se ve obligado a moverse. Y eso ya es decir mucho teniendo en cuenta el bajísimo nivel protocolario que hay en
Ankh-Morpork. Otros personajes destacados en esta situación son Jean-Baptiste Grenouille en la novela de
Patrick Süskind El Perfume, o Steerpike, que aparece en la trilogía
Gormenghast, creada por
Mervyn Peake. En ambos casos, el personaje en cuestión es abandonado a su suerte en celdas o jaulas y es criado prácticamente solo, y se convierte posteriormente en un personaje poderoso, con un gran poder de manipulación y un líder nato. Algo parecido pasa también con
Tarzán o con
Mowgli en
El libro de la selva, aunque sus infancias son bastante más amables por el cuidado que les dispensan los animales.
Y casi para terminar, sólo mencionar que
Mr Nutt termina siendo el entrenador de un equipo de fútbol de hombres, se termina convirtiendo en el líder de un grupo de hombres cultivados pero que no son ni tan imaginativos, ni eficaces ni están tan formados como él. El papel del orco en el fútbol es el de guía espiritual y consejero, y es aquí cuando
Mr Nutt cumple su objetivo, cuando, por fin, es considerado como quien él quiere ser, y no como su destino dicta. Vamos, que prácticamente imita a los personajes citados en el párrafo anterior.
Por cierto, la palabra
orco se parece mucho a
orca, sí, la
ballena asesina, aunque
Tolkien negara muchas veces que hubiera ninguna relación entre
sus orcos y estos populares cetáceos. Por su parte,
John Milton, en su
Paraíso Perdido, también utiliza a las orcas como parte de un ejército algo más metafórico, en la gran inundación. Vamos, que todo puede ser.
Para muchísimas más cosas sobre fútbol (
Cantona,
Maradona,
Eriksson...), orcos y otras especies, las constantes referencias a la obra shakespeariana (
Rey Lear y
Romeo y Julieta sobre todo),
Tolkien, el periodismo... os animos a echarle un vistazo a
TVTropes, a las anotaciones de la novela en la
Discworld Wiki y a leeros el capítulo sobre Unseen Academicals que hay en la última edición de
The Folklore of Discworld. Como veis, es una novela cargadísima de cosas. No la dejéis escapar, ¡y ánimo al traductor que le toque llevarla a nuestro idioma, porque tiene tela!