There are *no* inconsistencies in the Discworld books; ocassionally,
however, there are alternate pasts. (Sir Terry Pratchett, alt.fan.pratchett)

Por qué confiar en Disney (IV de IV)


Imagen cedida (aunque ellos no lo sepan) por este blog

Terminamos la pequeña serie de cuatro posts sobre las bondades de Disney y sobre por qué hay algún que otro argumento para vislumbrar una obra madura, técnicamente impecable y que aborde sin complejos la trama y el conflicto que se trata en Mort. ¿Sí? ¿No?

Vamos a echar un vistazo a la literatura juvenil del Maestro, y vamos a intentar encontrar algunos paralelismos entre estas obras y el trabajo filmográfico de los perpetradores de la peli de Pocahontas. Fundamentalmente, si bien no en los hilos argumentales, sí que podremos encontrar espacios en común en cuanto a temática, ambientación, personajes... y así tendremos algún argumento más al que agarrarnos para acoger la esperada adaptación de Mort con buen ánimo y algo de optimismo.

En primer lugar, echemos un vistazo a Mauricio, ese clásico de la literatura juvenil. Y echemos un ojo a sus principales personajes: Mauricio y los ratones. Y si uno habla de Disney es inevitable pensar en pequeños roedores, y en cómo, por algún motivo, fascinaron tanto al creador de la factoría californiana. Empezando por el ratón Mickey, pasando por los ratones de Los Rescatadores en Cangurolandia, Franklin y Yo, Los Aristogatos, Bambi o Dumbo... hasta llegar a la, creo, más reciente: Ratatouille.

Y no sólo eso, sino que la propia naturaleza de los ratones en Mauricio, y su capacidad para hablar, ha sido también tratada en Disney. Y es que en, por ejemplo, Chip y Chop: Rescatadores, hay una escena en la que estos conocidos roedores intentan hablar con un humano por teléfono, pero éste sólo oye chillidos ratoniles. Por su parte, son abrumadora mayoría las escenas en las que los ratones pueden comunicarse con los humanos. Aquí, algunos ejemplos de humanos que aprendieron el ratonil: Penny en Rescatadores, el malo de Dumbo, Benjamin en Ben y yo, o Cody en Los Rescatadores en Cangurolandia. La humanización de estos personajes, pues, encuentra un área de coincidencia en Pratchett y un amplio porcentaje de cintas Disney.

¿Y la relación entre gatos y ratones, descrita en Mauricio como una relación meramente profesional, sinergética pero sin ataduras sentimentales (al menos en principio)...? Pues en Disney, aunque el gato no deja de ser uno de los animales tradicionalmente enemigos de los ratones, existe el ejemplo de Los Aristogatos, en el que los ratones son tratados con respeto, incluso delicadeza. También encontramos una relación respetuosa en Basil el Superdetective.

En fin, un pequeño y forzado ejemplo de cómo en ambos escenarios encontramos similitudes en cuanto a la relación entre gatos y ratones se refiere (si alguien me dice que acabaría escribiendo un post en un blog sobre esto... me lo habría creído, desafortunadamente).

Por otra parte, todos sabemos que Pratchett acostumbra a hacer geniales malabarismos con cuentos populares, creencias establecidas y estereotipos del narrativium. Pero no es menos cierto que en Disney también se juega (aunque de forma más amable) con estos clichés. Y teniendo en cuenta que el público objetivo es bastante más coincidente cuando hablamos de YA, los argumentos se multiplican.

Sin embargo, creo que el gran hito en la literatura juvenil de Pratchett es la saga de Tiffany Dolorido. Y quisiera detenerme un poco en las semejanzas que hay entre la visión de las brujas en el Mundodisco y en los títulos de Disney en el que las brujas tienen algún peso.

En primer lugar, volvemos a entrar en el ámbito en el que nuestro escritor favorito se encuentra más cómodo: desmontando mitos, creencias y leyendas para transformarlos en elementos cuya realidad se confunde con la realidad del día a día. Y así, poder ser abordados desde la ética y la moral con la que nosotros, occidentales, convivimos.

Abordemos pues cómo la brujería en Disney carga con una enorme carga estereotípica, y cómo en las pelis, la mayoría de las brujas parecen recién salidas del número 4 de la Calle del Huevo. Creo que es positivo pensar en que Disney, cuando se adapte Mort, se pueda empapar bien de los irreverentes estereotipos ideados por Pratchett. Si tuvieran las agallas de reinventar a la Muerte (como concepto), las relaciones entre reyes y vasallos, y la estructura políticamente correcta que intoxica las narraciones, estoy seguro de que habrían dado un paso gigante y fundamental para conseguir un Mort creíble. Es decir, ellos no tienen que hacer nada, todo esto ya lo hizo el Maestro. Lo que tienen que hacer es no cag... bueno, seguimos.

Es bastante llamativo que las tres brujas del aquelarre de Lancre a las que tan bien conocemos (antes de la llegada de Tiffany, cual Dartacán), muestren un perfil tan diferenciado y tan explícitamente desarrollado en Disney. Sigan leyendo, y coloquen a Tata, Magrat y Yaya en su respectivo estereotipo (nota: no, Magrat no está buena, pero comparada con las otras dos, su éxito sexual es comparable al de Charlie Sheen después de desayunar).

Si habéis leído I Shall Wear Midnight (no voy a desvelar nada, tranquis), habréis visto cómo en esta novela se indaga un poco más en el estereotipo brujeril con el que Tiffany tiene que lidiar día a día en su pueblecito rural. Esto, este estereotipo, basado en la imagen de una bruja como maestra de la santería, el satanismo, curandera e invocadora de vaya usted a saber qué espíritus (malignos, claro), es exactamente lo que Disney arroja en sus brujas.

Y uno no puede dejar de pensar en Tiffany (a partir de Wintersmith diría yo) como una suerte de Mary Poppins: una bruja protectora, que hace de madre y de hermana, bienhechora por instinto y capaz de embaucar para bien con sus artes a gente deseosa de ser embaucada.

Podríamos seguir hasta que se apagara el sol. Podríamos abordar a los gatos (apasionante tema en Disney, no es ironía), toda la simbología y la magia implícita en Nación, los protagonistas y el micromundo de El Éxodo de los Gnomos, el paralelismo entre personajes chiquitines en Disney y Pratchett, etc.

Pero vaya, quien haya visto un puñado de cintas de la compañía que nos ocupa y haya leído la mayoría de la literatura juvenil de Pratchett estará de acuerdo conmigo en que no es demasiado difícil encontrar similitudes en temas, personajes y características dramáticas. O sí. ¡Pero yo las veo! Y oye, donde hay semejanzas, hay esperanza. Y si hace falta inventarse un refrán para ser optimista, pues nos lo inventamos.

Me queda poquito para terminarme I Shall Wear Midnight, también tengo pendiente la subserie de la Guardia (con la que empecé hace bastante), y tengo por ahí una pequeña investigación sobre Jodido Estúpido Johnson (sugerencia de @wailor). Todo a su tiempo, pero seguimos avanzando, con pies de troll.

10 portadas del Mundodisco


 "Me parece que después de echar la firmita voy a hablar con la editorial y pedir que al ilustrador lo manden al Continente Contrapeso"


Aunque el mero hecho de elaborar una lista con mi propio criterio personal parezca un acto vanidoso, quiero empezar este post aclarando que el formato "las 10 mejores tal" o "7 cosas que nosequé" simplemente es más cómodo que andar con diatribas sobre si tal o cual portada es mejor que otra, siempre de acuerdo a tal o cual criterio. Y es que con una lista, uno va del punto A al punto B sin mucha complicación. Y oye, si recibo palos, siempre puedo editar y añadir las sugerencias del populach... de los lectores.

La idea es poner 10 portadas del Mundodisco que sean destacables, por su belleza, por captar la esencia de la novela, por su calidad artística o, por qué no decirlo, por ser horribles también. Por cierto, de más de 200 portadas en la lista de Goodreads, ninguna del Mundodisco.

10 - Empezamos este recorrido por portadas inolvidables con la primera de todas, El color de la magia, pero en su versión más gafapasta, perteneciente a la nueva colección de Corgi, con tanto negro como las letrinas de la casa de la Muerte.



9 - Seguimos con otro clásico, ¡Guardias! ¡Guardias!, pero esta vez la clásica de Josh Kirby, una de mis portadas favoritas de siempre. La guardia, el dragón, los trolls... y todo con ese toque medieval fantástico que tanto me cautivó de jovencito. Y aún hoy sigue siendo una pasada rezumante de épica.


8 - Mascarada, en una de sus nuevas impresiones pertenecientes a la edición francesa, muestra a las brujas con ese halo de misterio y ese aura de poder y magia. Me gustan mucho los colores, y cómo combinan los tonos cálidos del recinto con el negro frío y lúgubre de los trajes de Yaya y Tata. Y el detalle de que no se les vean los ojos es de diez, de verdad.


 7 - Mort, the play tiene una de esas portadas pequeñitas pero conmovedoras. Con un Mort realmente mortecino, una Muerte que, por una vez, pierde la solemnidad a la que nos tiene acostumbrados, y un tono beige como color de fondo. Me pregunto en qué estaba pensando quien pensó en un color así para una novela así, pero en fin.


6.- Una de las peores portadas, o al menos una de las que menos me gusta de toda la saga, de todas las ediciones y de todos los tiempos es la que a contiunación pongo de Thud!. No tengo mucho que añadir: juzguen ustedes. Ese color de fondo es vomitivo, parece sacado de la paleta de colores del paint, por favor.


5 - Hago un paréntesis en esta lista para deslizar una portada no mundodisquera de una edición que no conozco, pero que me parece tan adorable que creo que se mereceuna mención aquí. Ni idea de cuándo ni dónde ni por qué se editó esta trilogía de El éxodo de los gnomos, pero a mí me ha ganado. Esos gnomos que parecen galletitas de canela conduciendo un camión en una carretera que augura muerte segura con extra de sufrimiento... impagable.


4.- Antes de entrar en el top 3, una inolvidable rareza, la portada del juego de Spectrum de El color de la magia. Hay para escribir un post aparte (y un blog entero, y una enciclopedia si nos ponemos) sobre aquellos ilustradores de videojuegos de los 80 y principios de los 90, que evidentemente no tenían ni idea de lo que estaban ilustrando. Quien tenga una edad y jugara en su momento al Psycho Pigs (y viera su portada) sabe de lo que hablo. Echarle un vistazo a la portada bajo estas líneas también sirve.



3.- Entramos en el podio de esta extrañísima lista con la ya aclamada portada francesa de Ladrón del tiempo, en la que por mucho que mire no consigo descifrar los entresijos de la perspectiva. Fascinante.



2.- Se merece el primer puesto, seguramente, pero lo tengo reservado para una debilidad personal. De cualquier forma, mi reconocmiento para una portada formidable, digna de una novela que es ya un clásico (desde el mismo momento de su publicación): Ronda de Noche.


1.- Pues mi portada favorita del Mundodisco en todas sus vertientes va para el audiolibro de El Segador. Sí, es igual que la portada de la colección gafapasta con la que abría esta lista, pero cuadrada, no rectangular, y para una portada tan simétrica me pareció que esto era un punto muy importante. Además, me descubro ante el ilustrador por la idea de la guadaña y el trigo. La metáfora es perfecta, y aplicable a casi cualquier novela de la Muerte, y prácticamente al hecho de morir en sí. La fragilidad del trigo, convertido a su vez no ya en un arma mortal, sino en el último filo por el que pasa el alma de un vivo... No da impresión de arma, da impresión de destino, de inevitabilidad. Muchos pulgares mirando al cielo (al menos los dos míos).


Termina así la lista. Es imposible, en una saga de casi 40 libros, ediciones a porrillo, videojuegos, portadas de DVDs, exclusividad por países, etc, extraer sólo 10 y acertar con todas. Acertar con un par ya me parece un logro. Y me he dejado El Último Héroe, Jingo, la saga Tiffany, Where's my Cow?, Imágenes en Acción...

El caso es que mientras andaba pescando imágenes para el post encontré un par de discusiones en foros diferentes que iban más o menos en la misma línea. Había gente que se quejaba de las portadas de Josh Kirby por ser demasiado fantásticas, y de ahí surgía el debate de si había gente que sentía algo parecido a vergüenza al leer libros con portadas tan infantiles en público. Imagino que esto ya lo tendrían en cuenta los diseñadores minimalistas, y seguramente también los de las ediciones americanas (perpetradores de cosas como la sexta de esta lista), pero aún así... En fin, ¿alguna vez habéis sentido vergüenza por leer algo de ciencia ficción o fantasía con portadas demasiado reveladoras? ¿Teméis al dedo acusador a la voz de ¡friki!? A mí me pasa al revés, intento andar con la portada del libro lo más visible posible y presumir de erudito por leer a Pratchett. Pero, como diría el maestro, yo soy yo.
 
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