I just wish there was somebody to talk to who would take no notice of the pointy hat. So what do I do now? Yes, what do I do now, Miss Aching? What would you advise, Miss Aching, who is so good at making decisions for other people? Well, I would advise that you get some sleep. - Tiffany se autoaconseja en ISWM.
Voy a spoilear un poco la novela, sigan bajo su responsabilidad.
Vuelvo para contar algo sobre la última novela aparecida hasta la fecha, I Shall Wear Midnight... que supongo que habría que traducir por "Vestiré de medianoche", "Vestiré medianoche" o "Yo vestiré (de) medianoche". O algo así.
Tiffany Dolorido no sólo se ha hecho mayor, sino que en estas cuatro novelas la chica ha envejecido un montón. Pasó de ser la pequeñaja insolente que hacía demasiadas preguntas en Los Pequeños Hombres Libres a, en esta historia, tener que lidiar con cosas de mayores y que harían envejecer al mísmísimo Peter Pan. Principalmente, con dos frentes abiertos. Por un lado, el enemigo sobrenatural lovecraftiano de turno, esta vez representado por una especie de espíritu antropomorfo que infecta las mentes de la gente buena y les hace odiar a las brujas. Por otro, Roland, ese mocoso antipático que sigue en su papel arrogante, incómodo y ostiable como pocos. Ahora, encima, hereda The Chalk, se va a casar con una barbie aprincesada que trae consigo una suegra más repulsiva aún que él... en fin, un primor de chico.
Cuando uno lee algunas críticas a esta novela, encuentra que muchas se centran en los cameos de otros personajes bien conocidos por todos, sobre todo cuando Tiffany visita Ankh-Morpork. Pues oye, no os dejéis engañar. Esta parte es muy divertida, engancha mucho y cada palabra es una delicia para el lector. Pero 1) no representan ni la mitad de la novela, y 2) su peso argumental es bastante relativo. Deleita y conmueve*, pero poco más.
Los Feegles, por su parte, han perdido protagonismo (con un, pienso, desaprovechado Feegle enrolado a la Guardia de Ankh-Morpork), Pratchett sigue jugando con las historias populares y las creencias populares, y Tiffany sigue madurando y volviéndose cada vez más irreverente.
Personalmente creo que es el capítulo más flojo de la subserie, sobre todo porque me he encontrado una historia y, lo que es peor, unos diálogos peligrosamente predecibles. Es cierto que gana muchísimo en el último cuarto, que tiene ese punto descorazonador y oscuro en el que Pratchett es ya un maestro, y que al terminar uno siente que ha leído un buen libro. Pero, aún así, me da la sensación de ser una excelente historia con unos personajes infalibles... y que todo junto, por algún inexplicable motivo, no encaja.
*El gran valor que aprecio en ISWM es, tal y como alguien apunta en el hilo de Pratchett, que cuando uno lee Mundodisco se preocupa por sus personajes. Ya hemos llegado a ese punto. Llevamos tantos años con ellos, conocemos tan bien sus historias, sus pasados, sus aciertos y errores... Así, uno llega a esta novela, contempla esas pequeñas apariciones estelares como si de antiguas estrellas venidas a menos se tratara... y tiene la sensación de estar disfrutando de las últimas pinceladas de ingenio de Tata Ogg, de las últimas reprimendas de Ceravieja, o de las últimas desconcertantes sonrisas del Capitán Zanahoria. Esperemos que no.
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