En esta novela, el bibliotecario está enfermo y hay que curarle. Para ello, es imprescindible recurrir, cómo no, a Rincewind, ya que además de ser algo que podría considerarse como "amigo del bibliotecario", también muestra gran maestría con los idiomas. El único problema es que hay que traerlo de vuelta de XXXX, Ecks Ecks Ecks Eck, CuatroEcks, Equis Equis Equis Equis, o cualquier otra variante patrocinada por la hilaridad de las novelas en inglés o por la inestimable contribución de traducciones anteriores al castellano.And you know what I think about evolution, Mister Stibbons. If it happens, and frankly I've always considered it a bit of a fairy story, it has to happen fast. Look at lemmings, for one thing.''Lemmings, sir?'
'Right. The little blighters keep chargin' over cliffs, right? And how many have ever changed into birds on the way down, eh? Eh?'
'Well, none, of cou—'
'There's my point,' said Ridcully triumphantly. 'And it's no good one of them on the way down thinking, "Hey, maybe I should waggle my claws a bit," is it? No, what it ought to do is decide really positively about growing some real wings.'
'What, in a couple of seconds? While they're plunging towards the rocks?'
'Best time.'
'But lemmings don't just turn into birds, sir!'
'Lucky for them if they could, though, eh?'
En esta novela empieza a ser palpable la maestría de Pratchett para construir conexiones entre personajes antagonistas. Lo hemos visto en la Guardia, en las brujas, entre Vetinari y cualquier otro... pero me quedo con la desternillante relación que mantienen el archicanciller Mustrum Ridcully y el único investigador empírico de la universidad, y uno de los personajes más entrañables de cuantos han salido de la sesera de Sir Terry: Ponder Stibbons (el único que lleva gafas y lleva un traje de un color distinto).
Y también empieza a ser palpable la más que interesante inclinación de Sir Terry por las teorías evolucionistas. O pongámoslo de otra forma, a medida que se establecen con cierta coherencia las leyes físicas del Mundodisco, su geografía, su orografía, su historiografía... cada vez hay menos lugar para los dioses de no ser por el narrativum. Y es que la posición de Pratchett con respecto a cuestiones, digamos, religiosamente adulteradas, es más que conocida.
En un momento de El País del Fin del Mundo se dan cita esa relación tan tirante (y desesperante para nuestro querido Stibbons) y la teoría de la evolución. Y, si bien no será la primera vez ni la última en que nos lo pasemos pipa con estos dos magos tan diferentes, sí es la primera en que aparece un tema que, recientemente, se está convirtiendo en un meme en las apariciones de Sir Terry en contextos científicos. De hecho, no hay más que echar un ojo a la portada de The Science of the Discworld III para imaginar cuál es su hilo conductor.
En fin, quien no haya leído esta obra, decirle que merece la pena por el creciente protagonismo de los otros magos, ya que, entre otras cosas, nos cuenta el porqué de la locura del Tesorero. Para quien no lo haya leído, la respuesta es sí: está íntimamente relacionada con la figura de Mustrum Ridcully.
1 comment
De los magos también me encanta el Tesorero y sus píldoras de rana.
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