There are *no* inconsistencies in the Discworld books; ocassionally,
however, there are alternate pasts. (Sir Terry Pratchett, alt.fan.pratchett)

Saga Rincewind (II) - La luz fantástica




'You could jump over the Edge,' said Rincewind. There must be lots of places in the universe that could do with some extra rocks.'

'We've heard about that,' said the troll. 'We've met rocks that tried it. They say you float about for millions of years and then you get very hot and burn away and end up at the bottom of a big hole in the scenery. That doesn't sound very bright.'

Terry Pratchett, The Light Fantastic


Seguimos con nuestra revisión de la saga de Rincewind, esta vez con La luz fantástica, única novela de la saga que es una secuela propiamente dicha, y la segunda novela del Mundodisco.

En principio, cualquier cosa que leamos sobre su antecesora nos serviría en una reseña o comentario sobre esta segunda entrega. Siguen las aventuras de Rincewind y Dosflores, esta vez acompañadísimos por personajes secundarios que sorprenderán por su belleza, otros por su malicia, y otros por su increíble capacidad para seguir vivos.

Y el hilo conductor está formado, de nuevo, por una amalgama de tópicos fantásticos retorcidos lo máximo posible. Aparecerán héroes y heroínas, localizaciones extrañas, batallas épicas espada en mano, y siempre todo aderezado con ese absurdo que a todos nos cautivó en su momento y que aún hoy en día nos sigue llamando la atención.

Personalmente, La luz fantástica fue mi primer libro del Mundodisco, sólo tenía 15 años cuando su portada capturó mi atención en una librería de barrio. Leí la contraportada y no podía creerme lo que estaba leyendo, y hasta hoy. Al no saber que era una continuación de El color de la magia, todo me pareció aún más absurdo, más que al lector que se encontrara con este mundo con algo de información anterior. En ese momento sobreviví al absurdo de Pratchett, y caí cautivado por un tipo de literatura totalmente innovador.

Sin embargo, también creo que La luz fantástica es uno de los libros que peor ha envejecido. No por su antigüedad y tampoco por aquellos criterios literarios de los que hablábamos en otro post. Si os fijáis, las novelas de Rincewind han ido, con el tiempo, reconvirtiéndose a "la saga de los Magos", con lo que tenemos la evidencia de que, como personaje, parece no ofrecer una complejidad suficiente por sí mismo como para mantener viva la trama. O al menos, la trama que busca el autor. Así pues, creo apreciar que, en combinación con algún otro personaje antónimo (como Dosflores o Cohen el Bárbaro), sí gana en relevancia para la historia, ya que su forma de entender la vida es tan peculiar que pierde sentido si no se puede oponer a los valores más o menos valientes de algún personaje. Y, por cierto, Dosflores muestra una actitud valiente en la mayoría de sus intervenciones digna de elogio.

Lógicamente, Rincewind es el personaje ideal para estas novelas. Pero veremos cómo en posteriores entregas de esta saga concreta, su participación se va convirtiendo cada vez más en dependiente de las tensiones que puedan surgir con otros personajes. Algo bastante distinto de lo que transmiten otros personajes como Sam Vimes, Vetinari, o el desternillante Mustrum Ridcully.

Por otra parte, también me llama la atención el, a mi juicio, exageradísimo número de localizaciones distintas que aparecen en la novela, cada una totalmente opuesta a la otra, no sólo en el espacio, sino en el tiempo o incluso en otra dimensión o plano astral. Al final, la lectura termina siendo un poco mareante debido al frenético movimiento al que se ven sometidos los personajes. Imagino que para poder abarcar tantos tópicos, era inevitable situar a los personajes en muchísimos lugares distintos y, claro, en un mundo tan absurdo como el Mundodisco, los medios de transporte no deberían ser un problema. Y de hecho no lo son.

En cualquier caso, y volviendo a la novela que nos ocupa, tiene algún que otro momento memorable. Quien no la haya leído aún, que esté muy atento a la primera aparición de Herrena en la historia, y es que a mí, por lo que escribe, me da la sensación de que Pratchett fue en su juventud el típico adolescente que leía fantasía e inclinaba los libros para ver si, desde otro ángulo, podía ver algo más de carne en la ilustración de la heroína que aparecía en la portada. Mención especial, también, para la conversación entre Rincewind, Dosflores y el (un) Creador.

Casi para terminar, también recordar que los videojuegos que aparecieron con Rincewind como protagonista para PC, PSX y Sega Saturn beben principalmente de estas dos primeras novelas, ¡y son muy divertidos! Algún día les dedicaremos un amplio reportaje.

Así pues, tanto El color de la magia como La luz fantástica son novelas interesantes para empezar con la saga, o para conocer cómo fueron sus comienzos, pero en absoluto son representativas de lo que nos encontramos con la mayoría de las novelas del Mundodisco.

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